Los orígenes y el camino del futuro.
La Arquitectura Técnica es la profesión con más de cinco siglos de historia, ya que recoge en ella las funciones de los antiguamente denominados “Aparejadores” y "Maestros de obra", cuya presencia activa en las obras de edificación está ampliamente documentada desde el siglo XVI, e incluso hay referencias anteriores.
Los profesionales de la Arquitectura Técnica son los profesionales expertos en edificación que se encargan que los edificios se comporten como deben desde su concepción hasta la demolición. Conocen todo el proceso edificatorio, lo que les permite coordinar sus fases y aplicar de manera independiente los controles que garanticen su calidad, seguridad y sostenibilidad.
Además, la Ley de Ordenación de la Edificación (LOE) que establece la intervención obligatoria del Arquitecto Técnico como “Director de Ejecución de la Obra” en todas aquellas obras en las que el Director de obra sea Arquitecto. El tratamiento que la LOE otorga a la concurrencia de dos direcciones técnicas diferenciadas e independientes parte de la asunción de su plena justificación técnica, determinando por tanto, la inexistencia de relación subalterna alguna entre los facultativos intervinientes en la obra, cada uno de los cuales tiene sus propias y excluyentes -aún cuando evidentemente relacionadas- funciones, capacidades y responsabilidades.
Su intervención no se limita al diseño y aplicación de las técnicas constructivas, sino que ocupa un papel cada vez más preponderante en lo que es la gestión del proceso inmobiliario, función propia del denominado Project Management o gestor de proyecto. Así mismo y como conocedor del edificio desde su concepto a su construcción, es el mejor técnico que puede gestionar su conservación y mantenimiento a lo largo de su vida útil en todos los elementos que forman parte del edificio desde la estructura hasta las instalaciones.